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Antes de ser mutuo…el amor debe ser propio

Jess Collins | Opinión


Ahora que pasó el 14 de febrero pudimos ver (como siempre) redes sociales llenas parejas felices y amorosas; agradeciendo al cielo, a la vida y a las estrellas por juntarlos con el amor de sus vidas. Y está bien, pero ¿qué pasa el resto del año?

En su último estudio, la Consulta Pública de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) dio a conocer que el 43.9 por ciento de mujetres de 15 años y más ha tenido incidentes de violencia de pareja a lo largo de la relación. Entre las adolescentes y jóvenes (15 a 24 años), el porcentaje es de 40.3 por ciento y en hablantes de lengua indígena el porcentaje aumenta a 46.1%.

El tipo de violencia que más prevalece entre las mujeres de 15 años y más por parte de sus parejas a lo largo de la relación, es la violencia emocional (40.1%), caracterizada principalmente por: indiferencia, intimidación y acecho y degradación emocional. Le sigue la violencia económica o patrimonial (20.9%), conformada por: chantaje o control económico (17.4%) e incumplimiento de la responsabilidad económica (14.9%).

En tercer lugar prevalece la violencia física (17.9%), en la que las mujeres señalan haber experimentado: empujones o jalones de cabello (13.8%), bofetadas (11.3%) y golpes con el puño o con objetos (8.1%). Finalmente por violencia sexual (6.5%) que considera: violación (5.5%) y abuso sexual (4.0%).

Aunque las cifras se ven alarmantes, en realidad parece no preocupar demasiado a la sociedad, pues es común escuchar que no hay que meterse en cosas de parejas, incluso culturalmente, esta situación se ve minimizada. Por ejemplo, recientemente se ha hecho uso de la palabra “tóxica” para describir una relación o a una persona que suele ser celosa, controladora e incluso violenta. Pero esto se hace siempre a modo de burla y hasta romantizándolo al dar a entender que es deseable tener a un tóxico o a una tóxica en tu vida.

Sin embargo, nada de esto es nuevo, frases como “el amor duele” o “el amor todo lo puede”, nos han enseñado que es normal tener cierto sufrimiento en una relación y a que si amas a alguien puedes perdonarle todo. Claro, en toda relación hay problemas que debemos afrontar, pero no significa que debas sentirte miserable estando con alguien, ni que debas perdonar cada infidelidad, mucho menos malos tratos de cualquier tipo.

Y es que incluso crecemos viendo historias en las que los celos son forma de demostrar que alguien nos importa o que la persona a la que amamos “nos pertenece” y por ende debemos hacer cualquier cosa para no perderlas. Por supuesto no falta la fantasía de que con amor puedes cambiar a una persona: si es violenta, alcohólica, infiel, cualquier cosa; pensamos que con el amor les vamos a quitar todo aquello que no nos gusta. Tenemos una idea muy extraña del amor y las relaciones.

Toda relación debe basarse en el respeto y la confianza, de eso no hay duda, pero sobre todo debe haber un inmenso amor… amor propio. Ámate y respétate tanto, que seas capaz de sacar de tu vida a toda aquella persona que no te trate como sabes que te mereces.