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La conservación de la vainilla en México

La vainilla es una planta de origen mexicano usada desde tiempos prehispánicos para dar sabor y aroma al chocolate, principalmente, por lo que es un cultivo asociado a los grupos indígenas de Veracruz, Puebla y Oaxaca; sin embargo, a pesar de su gran tradición en México, países como China y Madagascar son los primeros productores mundiales.

Las plantas cultivadas en el extranjero tienen la misma constitución genética (clones), por lo que presentan una elevada susceptibilidad ante diversos patógenos, y los productores se enfrentan a grandes pérdidas al ser afectados por el hongo Fusarium, puesto que ya no cuentan con el potencial genético ni la resistencia correspondiente para la creación de líneas con óptima tolerancia fitosanitaria.

Por el contrario, México cuenta con un gran potencial genético y la mejor calidad mundial, ya que debido a sus condiciones climáticas los elementos aromáticos se concentran dentro de los frutos (se han identificado hasta 65 compuestos aromáticos diferentes en la vainilla mexicana).

Adicionalmente, en el país se han reportado 10 especies del género Vainilla que son aprovechadas por sus características saborizantes y aromáticas, además de ser resistentes a enfermedades y ser capaces de atraer insectos polinizadores.

Los usos de la vainilla son diversos y van desde el uso gourmet hasta la industria de la perfumería, los extractos de licor, las figuras artesanales y varios más. Este cultivo comprendía una gran área de suelo cultivada en la comunidad totonaca, cuando el mercado internacional demandaba la vainilla mexicana y su precio había alcanzado sus máximos niveles históricos en los años 50. Entonces, los cultivos se hacían en acahuales y había mayor diversidad de especies útiles para los agricultores para su uso en productos maderables, ornamentales y otros. En contraste, hoy solo existen pequeñas cantidades de superficie acahualada la cual es un método efectivo de conservación de la vainilla.

Es importante rescatar las prácticas agrícolas y reintroducir el sistema tradicional de cultivo en acahuales a las zonas desplazadas, hecho que además nos brindará otros servicios ambientales, económicos, laborales y culturales. Es indispensable emprender pláticas con los actores directos, consultar perspectivas de cultivo, involucrarlos en la toma de decisiones y demostrarles las desventajas que tienen los monocultivos. Además, debe replantearse el sistema que se manejaba tradicionalmente mediante la introducción de cultivos integrados, es decir, que por cada superficie de suelo es necesario intercalar cultivos y diversificarlos con varias especies.

De las diversas formas de conservar la vainilla platicaremos en Veracruz Agropecuario Radio el próximo viernes 15 de agosto.

Acompáñenos a las 19:00 en RADIOMÁS, la estación de los Centroamericanos.