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Qué hacer y cómo enfrentar la cuarentena con personas autistas

La pandemia de Covid-19 se ha extendido por todo el mundo. El coronavirus es muy contagioso, por eso una de las medidas más efectivas para combatirlo es el confinamiento: si nos quedamos en casa sin tener contacto con otras personas, conseguiremos reducir el número de contagios.


El confinamiento en casa, es una situación excepcional, que, sin duda, altera la dinámica y la rutina de cualquier familia. Entre los que encuentran más dificultades, están los niños con trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH) y, especialmente, trastorno del espectro autista (TEA).

Para algunos, encerrarse en casa puede ofrecer una sensación de seguridad. En otros casos, el confinamiento puede empeorar su estado, ya que la falta de libertad de movimiento puede provocar ansiedad y estrés y derivar en conductas agresivas.

Las personas con TEA suelen tener dificultades para comunicarse, expresar sus emociones y relacionarse con otras personas. También suelen repetir conductas de forma compulsiva, por eso les ayuda tener rutinas muy marcadas.

Por otro lado, el cierre de escuelas, lugares de trabajo y centros de terapia puede alterar sus rutinas, algo que para ellos representa una estabilidad.

¿Qué debo hacer si mi hijo o hija necesita asistencia durante el confinamiento?

En caso de necesitar asistencia durante el confinamiento por alteraciones emocionales o de conducta del niño o niña con TEA se recomienda ponerse en contacto con tu centro médico de referencia, que responderá por los canales habilitados durante este periodo.

Hay que procurar no utilizar el servicio de urgencias a menos que sea imprescindible dada la disminución de personal sanitario que da atención directa.

¿Cómo puede responder mi hijo o hija con TEA al confinamiento en casa?

El confinamiento en casa de personas con TEA puede generar una respuesta emocional y conductual variable según las características de la familia y del hijo o hija con TEA.

Habrá personas con TEA que se sentirán tranquilas en casa y contentas de estar con su familia. Si es así, aprovecha para hacer rutinas conjuntas y para compartir intereses.

Otras personas pueden sentirse preocupadas por la situación. En este caso se recomienda hacer un uso adecuado de la información relacionada con el coronavirus y el motivo del aislamiento. El objetivo es no generar ansiedad hacia el coronavirus y normalizar al máximo las medidas de higiene. A algunas personas les puede ser útil hacerlo de forma lúdica con juegos y canciones.

Si en algún momento la persona con TEA se pone nerviosa o se angustia por el contexto del coronavirus, puede funcionar utilizar cuentos o historias sencillas que le expliquen qué está pasando, así como proponer otras opciones y cambiar el foco de atención, por ejemplo, pintar, hablar de sus intereses, mirar un libro o hacer rutinas cotidianas agradables.

En caso de que aumenten los rituales de limpieza o las preguntas repetitivas por miedo a contagiarse, hay que limitarlas en el tiempo o frecuencia, e intentar distraer a la persona con otra actividad el resto del tiempo. Por ejemplo, puede ayudar delimitar un momento del día para hablar del tema, y ocupar el resto del tiempo con otras actividades gratificantes.

El confinamiento en casa de personas con TEA podría generar otras alteraciones como:

  • Aumento de conductas repetitivas, porque la persona se aburre o por necesidad de autorregularse.
  • Aumento de conductas disruptivas o problemas de conducta, al no entender que no pueden salir de casa o hacer las actividades que habitualmente hacen.
  • Aumento de la irritabilidad o la ansiedad, o lo que se conoce como desregulación emocional.

Todas estas conductas y otras nuevas podrían ser previsibles en un contexto como este.

¿Cómo hacer frente a las posibles alteraciones generadas por el confinamiento?

Durante el período de aislamiento, el objetivo es distraer y ocupar a las personas con TEA para poder pasar las horas de la mejor manera posible y evitar la descompensación de su conducta. Te damos algunas indicaciones para poder hacer frente y gestionar las posibles alteraciones.

  • Intentar seguir una misma estructura y horario utilizando el recurso que mejor se adapte a tu hijo o hija. Ejemplos: horario con pictogramas, horario escrito, agenda con imágenes.
  • Intercalar en este horario actividades que sean variadas, tales como: moverse, estar sentado, juego libre, tareas en la mesa.
  • Mantener el horario habitual en la medida de lo posible, respetando los ritmos de sueño y alimentación de la persona con TEA.
  • Permitir acceso y tiempo para conductas de regulación emocional. Generalmente estas conductas en personas con TEA están ligadas a la sensorialidad y les ayuda a estar más tranquilas, por ejemplo: saltar, estereotipias de manos (movimientos repetitivos y periódicos), movimientos con objetos o con el cuerpo, etc.
  • Todo lo que sea realizar movimiento puede ser de gran ayuda para gestionar el confinamiento.
  • Se debe dar prioridad a un confinamiento «gestionable». Podemos ser más flexibles en cuanto a la demanda en tareas académicas, el tiempo invertido en conductas repetitivas o en el uso de pantallas y otros dispositivos digitales.
  • Sin embargo, en la medida de lo posible, puede ser de gran utilidad que quede establecido cuándo y durante cuánto tiempo pueden acceder a dispositivos digitales a su alcance.
  • En algunos casos puede ser una gran oportunidad para compartir con el adulto referente actividades de su interés. Es importante dejar que sean nuestros hijos los que nos muestren qué quieren hacer.

Propuestas de actividades a realizar con los más pequeños

  • Ayudar a preparar la comida.
  • Crear circuitos de saltar, túneles, esconderse o enrollarse en mantas, chutar pelotas hechas en casa.
  • Masajear, dedicar más tiempo a las actividades de baño.
  • Jugar a juegos sensoriales con harina, legumbres, olores con especies u otros.
  • Escuchar música y bailar.
  • Juegos manipulativos con objetos, caja de formas, puzzles, circuitos de pelotas, vías de trenes, coches y parkings.

Propuestas de actividades a realizar con los más mayores

  • Las actividades anteriores en caso de que les gusten.
  • Juego con muñecos, disfraces.
  • Manualidades como pinturas, dibujo, papiroflexia, globoflexia, plastilina …
  • Juegos de mesa.
  • Uso de los dispositivos digitales y pantallas de forma compartida, es decir, dejando que muestren qué les interesa, a quién siguen, qué les gusta, a qué juegan… y hacerlo con ellos.

Si mi hijo o hija requie salir a la calle. ¿Podemos salir?

El confinamiento implica que las personas solo pueden salir de su casa para ir a trabajar o cubrir necesidades básicas como comprar alimentos, ir a la farmacia o acudir a una cita médica.

Las condiciones para salir a la calle pueden variar en función del país: por ejemplo, en Francia y Bélgica está permitido salir a correr, mientras que en España puede suponer una multa de entre 100 y 600 euros.

En México se declaró como emergencia sanitaria la epidemia generada por COVID-19 y se ha ordenado la suspensión hasta el 30 de abril de actividades no esenciales en los sectores público, privado y social.

Así que si es urgente que salgas de casa, por favor respeta las medidas necesarias para el evitar el contagio por coronavirus.

En el caso de los niños autistas, hay que observar cómo se sienten ante la nueva situación y cómo reaccionan al cambio de rutinas.

Seguramente están confundidos, por lo que es importante transmitirles tranquilidad, explicarles lo que sucede de forma sencilla y ayudarles a expresarse.

Referencias:

http://biotech-spain.com/es/articles/trastorno-del-espectro-del-autismo-y-coronavirus-informaci-n-para-familias/

https://www.lavanguardia.com/vida/junior-report/20200330/48115332477/confinamiento-autismo-tea-salir-calle.html